Las imprevisibles subidas de los precios de la luz han popularizado en la población de nuestro país las instalaciones de placas solares o fotovoltaicas, debido sobre todo, al enorme ahorro que pueden proporcionar al consumidor en sus facturas mensuales. 

Pero estos sistemas fotovoltaicos no solo son provechosos para los consumidores, ya que ofrecen un amplio abanico de posibilidades, desconocidas en muchos casos: además de viviendas y hogares, las placas solares pueden ser utilizadas para alumbrado público e incluso usos profesionales e industriales.

Este tipo de soluciones también se pueden encontrar en explotaciones ganaderas y agrícolas, sobre todo aprovechando que España es el sexto país más soleado del mundo con una media de 2.500 horas de sol al año. 

Por eso en nuestro artículo de hoy queremos contarte algunos usos de la energía solar que quizá no conocías, ¡atento!

Inicios de la energía fotovoltaica

Durante el siglo XIX un suceso cambió la manera de obtener energía: se descubrió el efecto fotovoltaico; hecho que también se extendió a otros ámbitos de investigación y experimentación lo que impulsó el invento de la primera placa solar tal y como la conocemos a día de hoy, en el año 1883.

Charles Fritts fue el investigador neoyorquino que, tras tiempo experimentando, consiguió crear un artefacto que al exponerse a la luz solar, tanto directa como difusa, producía una corriente continua y con una fuerza considerable.

Tras esto, el debut de los paneles solares tuvo lugar dentro del ámbito espacial y más concretamente, su primera aplicación práctica fue con las celdas fotovoltaicas en dos satélites geoestacionarios de la Unión Soviética y Estados Unidos. La mejora de la tecnología y los posteriores descubrimientos en la materia permitieron implementar cada vez más la tecnología fotovoltaica en naves y satélites espaciales.

A partir de entonces los avances en energía fotovoltaica no han parado, de hecho su implementación se ha ido añadiendo a muchos aspectos de nuestro día a día, con ejemplos tan conocidos como las calculadoras solares que funcionan al estar expuestas a la luz del solar, las linternas que se recargan durante el día para su posterior uso nocturno.

También comienza a adquirir cierta presencia en las distintas ciudades españolas, tanto para alumbrado público, radares como en hogares que han pensado que la energía fotovoltaica es la mejor opción para el autoconsumo.

Arquitectura bioclimática

Uno de los usos más recientes de la energía solar se basa en la construcción y diseño de edificios o viviendas, de forma que se permite aprovechar la luz natural y la energía del sol.

De esta manera, las ventanas y paredes son capaces de captar y almacenar la energía para distribuirla en forma de calor en épocas frías o rechazarla en épocas de calor. Además, el aprovechamiento de energía solar de esta manera se encuentra totalmente exento de aparatos eléctricos y mecánicos.

Métodos de transporte

Aunque es una tecnología aún en desarrollo, la aplicación de energía solar en transportes es algo que ya observamos en autobuses, ferrocarriles o carreteras que pueden ser activadas con luz solar. Si se continúa con este desarrollo, ayudaría enormemente a la reducción de contaminación en los núcleos urbanos.

Riego

Debido a la importancia de la optimización del agua, una buena opción es recurrir a la instalación de bombas que trabajen con energía solar y que permitan a los agricultores regular el riego, mejorando así su optimización. Esta práctica para el ahorro hídrico significa un respiro a las reservas de agua o acuíferos dependiendo de la procedencia de esta. 

Tecnología wearable

En la actualidad es muy común llevar siempre con nosotros dispositivos inteligentes, no solo el móvil, sino también tales, relojes inteligentes o libros electrónicos. Esto ha dado lugar a que cada vez se fabriquen más baterías solares capaces de cargar estos dispositivos, o incluso ciertos aparatos que se cargan solos al estar expuestos a la luz solar, pudiendo encontrar desde un secador o una radio hasta un altavoz inalámbrico o tablet. 

Ahora, además, esto también se aplica a lo que conocemos como tecnología wearable, como relojes o gafas inteligentes que se cargan con luz solar. 

Mirando hacia el futuro

Alrededor de todo el mundo, expertos en tecnología fotovoltaica siguen investigando para conseguir implementar la energía solar en nuevos ámbitos de nuestra vida, como por ejemplo a través del ocio.

Y es que ya existen iniciativas internacionales que buscan aprovechar la energía del sol para ofrecer sesiones de cine, una idea simple pero que contribuiría al ahorro energético e introduce una conciencia más responsable y sostenible a través de actividades lúdicas. 

¿Y tú ya conocías estos usos de la fotovoltaica? ¿Cuál te ha sorprendido más?

ENERGÍA SOLAR, LUCES LED Y CERO RESIDUOS: EL CARTEL DE LOS FESTIVALES DEL FUTURO

La conciencia sobre la gravedad del cambio climático ha calado en todos los ámbitos, también en el de la cultura. Y, muy concretamente, en el de la música. Por eso son cada vez más los grupos y cantantes que hacen suya la bandera de la sostenibilidad en sus giras y actuaciones, que buscan fórmulas para que sus giras sean más respetuosas con el entorno. 

Ejemplo concretos de esta nueva sensibilidad hacia el planeta y su futuro son los casos de Alejandro Sanz, Coldplay, Masiva Attack, Maroon 5, Billie Eilish, y del festival Jardín de Las Delicias, que con el impulso de Endesa ha celebrado recientemente su edición más sostenible. 

LOS GRANDES FESTIVALES DE MÚSICA PUEDEN LLEGAR A GENERAR UNA HUELLA DE 25 KG DE DIÓXIDO DE CARBONO POR PERSONA

Además de la energía que se consume durante el propio espectáculo, el desplazamiento del equipo y la producción de la gira también tienen su coste medioambiental. Por eso, junto con las giras de “emisión cero”, los grupos y cantantes más concienciados han empezado a recorrer el mundo más espaciadamente en el tiempo para tener un impacto menor en el planeta. Por ejemplo, Coldplay ha protagonizado este 2022 su gira más verde utilizando vehículos eléctricos o biocombustible; una batería que se alimenta de aceite de cocina reciclado, energía solar y movimiento, desarrollada por BMW; un escenario cubierto de placas solares y vasos reutilizables de aluminio. 

UN IMPACTO AÚN MAYOR

En los grandes festivales de música, la contaminación se multiplica casi tantas veces como número de grupos participan. Y pueden llegar a generar una huella de 25 kg de dióxido de carbono por persona. Para hacernos una idea de la magnitud del problema, en el año 2019, antes de que la pandemia nos robara la música en directo, se celebraron hasta 890 festivales en España y, según datos de la Asociación de Festivales de Música (FMA), asistieron a ellos un total de 1.800.000 personas. Dicho de otro modo: ese año le costó al planeta unas 680 toneladas de residuos generadas en todos esos eventos.

Por suerte, la conciencia también crece en este terreno y, a finales de 2021, los festivales españoles decidieron unir fuerzas y buscar soluciones mediante la creación de un grupo de trabajo enfocado en sostenibilidad. Muchos de ellos han empezado a desarrollar acciones cada vez más respetuosas. Por ejemplo, protegiendo el entorno, minimizando los consumos, previendo qué residuos se van a generar para hacer recogidas selectivas, favoreciendo la movilidad sostenible o calculando el CO2 emitido a la atmósfera y compensándolo. También las nuevas generaciones y music lovers desean un cambio urgente desde la sensibilidad incipiente que han desarrollado por el acelerón del cambio climático.

UNA INVITADA DE EXCEPCIÓN

El pasado mes de septiembre, durante dos días y en el recinto Cantarranas de la Universidad Complutense de Madrid, sonó la música de Leiva, Sidonie, Izal, Miss Caffeina o Rozalén, entre muchos otros. Y también “sonó” la sostenibilidad como si fuera una canción de base que todos los asistentes tararearon. Porque la tercera edición del festival Jardín de las Delicias ha sido este 2022 más verde que nunca. 

El evento se ha convertido ya en un referente positivo para los demás festivales gracias a una serie de iniciativas, desarrolladas de la mano de Endesa – que se ha estrenado en el festival como patrocinador sostenible – en base a 18 compromisos sostenibles, todos ellos muy necesarios y urgentes. Muy celebrado también por los artistas participantes, como la joven Paula Becker, que debutó en un marco con el que comparte principios. 

“No hay vasos, no hay basura tirada en el suelo. Se agradece, porque sí que hay cambio. El consumismo ha venido con nuestra generación, porque lo tenemos todo a mano y está muy bien de repente ver tanta gente concienciada. Yo tengo que movilizarme un poco más, como todo el mundo que quiere cambiar algo”, reflexiona la cantautora.